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A la caza de los Ñumanos, de Taika Waititi.

Año: 2016

Título original: Hunt for the Wilderpeople

País: Nueva Zelanda

Duración: 93 min

Género: ComediaAventuras | Vida ruralNaturalezaAmistad

Productora: Piki Films / Defender Films / Curious Film

Fotografía :   Lachlan Milne

Música :  Lukasz Pawel Buda, Samuel Scott, Conrad Wedde

Guión: Taika Waititi, Te Arepa Kahi (Libro: Barry Crump)

Sinopsis

Ricky, un joven de doce años, es un niño bastante problemático de ciudad que siempre está viajando de una casa de acogida a otra sin encontrar su sitio. Su último intento es una granja perdida de la mano de Dios, donde una pareja está deseando su llegada. Aunque más bien ella que él. Tras un comienzo similar a los de siempre, Ricky empieza a sentirse en su sitio cuando una suceso inesperado dará pie a una caza humana por el campo neozelandés, donde deberá aprender a sobrevivir junto a su compañero.

Opinión personal

“A la caza de los ñumanos” es claramente una de esas películas que sorprenden de principio a fin. Recuerdo que mi chico y yo teníamos ganas de ver una película divertida, nos metimos a ver las que nos ofrecía nuestro Yomvi, y tras dudar entre varias, escogimos ésta. No diré que no fuera divertida, porque lo es, pero no fue para nada lo que esperábamos; y cuánto me alegro de que así fuera.

El personaje de Ricky es cuanto menos pintoresco en todas sus formas. Un chico rellenito que parece salir del “Príncipe de Bel Air” con sus gorras y sus camisetas anchas y coloridas. Ricky tiene un carácter fuerte forjado a base de la vida que le ha tocado llevar, y lo cierto es que bastante sentido del humor. Despierta ternura irremediablemente, a pesar de ser el que provoca las mayores carcajadas de la película. Su primera reacción al llegar a la granja es volver a meterse en el coche, pero cuando por fin entra en contacto con su nueva mamá, y a pesar de tratar de escapar todas las primeras noches, Ricky comienza a sentir que ha encontrado su sitio.

En la granja destinada a convertirse en su nuevo hogar, viven Bella y Héctor. Una pareja madura entrada en los cuarenta que no pudo concebir hijos y dentro de la cual, Bella es quien más ganas tiene de adoptar a Ricky. Por no decir que Héctor no tiene ninguna y sólo acepta porque la quiere. Ésta pareja son el día y la noche, como suele suceder a veces que los polos opuestos se compenetran bien. El es arisco y huraño y tiene un agudo sentido del humor bastante cínico. Ella es encantadora, cariñosa y aunque tosca y un poco bárbara. Una mezcla irresistible que a mí me encanta. Al poco de llegar Ricky, le regalan un perrito al que decide llamar TUPAC, como su cantante de rap favorito.

No os diré ni cómo ni por qué, porque lo suyo es que la veáis sin saberlo, pero Ricky y Héctor terminan protagonizando una huída por los bosques de Nueva Zelanda dónde se ven obligados a convivir, a conocerse, a sobrevivir en la naturaleza y dónde nos regalan los mejores momentos de la película. Éste singular dúo terminará atravesando tu corazón de una manera u otra y acabarás sintiendo lástima de que la película llegue a su fin.

Disfruté mucho de la historia, de sus personajes, de la trama tan original y distinta, de todo. “A la caza de los ñumanos” no fue lo que yo me esperaba y ha sido uno de los regalos más lindos. Hay películas que sorprenden y ésta es una de ellas. Os la recomiendo cien por cien, y espero que tras leer vayáis corriendo a verla porque no os vais a arrepentir.

Valoración

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