Yo soy muy de libros clásicos y leo poquísima ciencia ficción. Pero la portada de éste libro me había enamorado y su escueta sinopsis me había intrigado bastante. Cada mes trato de comprarme un libro autoeditado y tuve que hincarle el diente a éste.

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Creo que Eduardo ha escrito una obra de arte. Lo digo con convicción y sin adentrarme en el peloteo. Hay muchos libros de fantasía y ciencia ficción que he leído, que al final cojean de algún lado y hay algo que me hace desconectar y no creerme del todo la historia. Luego hay otros libros como “Los juegos del hambre” con un mundo tan bien construido y narrado con tal convicción que es imposible no comértelo con patatas y no creer que podría ser cierto. Esto me ocurre con Meteoro. Eduardo ha construido un nuevo mundo en 2066 de forma tan verosímil, que yo no paraba de pensar que podría ser algo real perfectamente.

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Me enganché a la historia desde el principio y el ritmo de lectura ha sido frenético. Fascinada porque pudieran ocurrir tantas cosas en tan pocas páginas.

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Hablemos de los personajes:

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Iria es sin duda mi personaje predilecto. Una mujer, además escrita por un hombre (que eso en un principio da miedo pero que Eduardo lo hace deliciosamente bien), que tiene una fuerza increíble. Me explico. En un mundo que parece estar al fondo de la extinción, yo creo que no sólo sobreviven los valientes, sino la gente con una resistencia emocional fuerte y un carácter despierto y dotado de un sentido común superior. Iria es una superviviente que no desea otra cosa que salir adelante y que para ello tomará miles de decisiones, no las propias de una heroína que salvará el mundo, sino de una chica movida por el instinto y sobre todo, a partir de cierto punto, movida por el amor y la amistad. Y ella, con sus miedos incluidos, no se frena ante nada. Yo la amo, la amo y la amo.

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Luego está Eric… Éste personaje me ha robado el corazón en muchos sentidos. Tiene un carácter similar a Iria en lo que a la supervivencia se refiere. Por eso hacen un buen equipo ante todos los problemas que van surgiendo a lo largo de la historia. Es menos reservado y menos tímido que Iria, pero eso hace que las conversaciones entre ellos sean una delicia. Me maravilla el hecho de que en ésta historia la chica salve al chico en tantas ocasiones. Ni siquiera es forzado en plan “mirad como acabo con éste cliché”, no. Surge de forma espontánea y natural y a Iria le va que ni al pelo convertirse, sin quererlo, en la heroína del libro.

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Hay varios personajes más que me gustan pero que no puedo mencionar sin hacer un poco de spoiler. Sólo hablaré de uno más, y tampoco mucho. De hecho sólo lo voy a mencionar. Ceo. Ceo te atrapa desde el principio y quiero saber aún más de él. Cosa que espero suceda en la siguiente entrega.

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Como habréis podido percatar, no os he contado nada de la historia en sí. Y no pienso hacerlo. Éste libro merece mucho la pena ser leído a ciegas. Si no, no podríais disfrutarlo tanto como lo disfruté yo.

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Arriba os he dejado el enlace de compra. Los libros autoeditados como éste necesitan más apoyo que ningún otro. Os invito de corazón a que os hagáis con él, le deis vida a ésta historia y que os enamoréis de sus personajes.